lunes, 11 de enero de 2016

Novela Epistolar



Estimada señora Quesada

Le pido perdón por anticipado por esta osadía. No me conoce y yo a usted tampoco, pero el otro día llego a mis manos una vieja foto suya. Estaba en una vieja caja de zapatos que mi padre ocultaba en el doble fondo de su escritorio. En un principio la confundí con mi madre. ¡Eran tan parecidas de jóvenes!. Eso me hizo sospechar. Si tuvo una relación con mi padre le informo que este falleció el mes pasado. Y si quiere recuperar la foto la invito a tomar un café en nuestra vieja casa de campo, que sin duda conoce. Juntos podremos recomponer su memoria.

Espero impaciente su respuesta. Atentamente.

Domingo.




Querido Ramón

Me sorprende mucho que hayas sido capaz de escribirme después de tantos años. Casi tanto como que continúes con vida. ¡Si hasta para respirar necesitabas de mi ayuda!. No me creo nada de lo que me cuentas en tu carta. ¡Pensabas que no iba a fijarme en esos zapatos!. Nunca has sabido cuidar los detalles y por eso se que no estás tan bien como aparentas. Si de verdad te has machado a América no te molestes en volver. Ya no tienes casa que te acoja. Me he casado con tu padre y me asegurare de que no tengas nada a tu regreso.

Siempre tuya.

Mercedes.



Ejercicio: Redactar una carta a partir de una foto antigüa. Después responder a la carta del compañero asignado, en este caso el más cercano. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario