Estimada señora Quesada
Le pido perdón por anticipado por esta osadía. No me conoce y yo a usted tampoco, pero el
otro día llego a mis manos una vieja foto suya. Estaba en una vieja caja de zapatos
que mi padre ocultaba en el doble fondo de su escritorio. En un principio la confundí
con mi madre. ¡Eran tan parecidas de jóvenes!. Eso me hizo sospechar. Si tuvo
una relación con mi padre le informo que este falleció el mes pasado. Y si
quiere recuperar la foto la invito a tomar un café en nuestra vieja casa de campo, que sin duda conoce. Juntos
podremos recomponer su memoria.
Espero impaciente su respuesta. Atentamente.
Domingo.
Querido Ramón
Me sorprende mucho que hayas sido capaz de escribirme
después de tantos años. Casi tanto como que continúes con vida. ¡Si hasta para
respirar necesitabas de mi ayuda!. No me creo nada de lo que me cuentas en tu
carta. ¡Pensabas que no iba a fijarme en esos zapatos!. Nunca has sabido cuidar los detalles y por eso se que no
estás tan bien como aparentas. Si de verdad te has machado a América no te molestes
en volver. Ya no tienes casa que te acoja. Me he casado con tu padre y me asegurare
de que no tengas nada a tu regreso.
Siempre tuya.
Mercedes.
Ejercicio: Redactar una carta a partir de una foto antigüa. Después responder a la carta del compañero asignado, en este caso el más cercano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario