A una hora indeterminada de la noche creyó
que despertaba. Tenía la certeza de tener los ojos abiertos pero no veía nada.
Normal, es de noche y no hay ninguna luz encendida. Conforme sus ojos se familiarizaron
con la oscuridad, pudo percibir volúmenes en la penumbra. ¡Estás despierto!. Su
corazón respondió con un asomo de taquicardia. Estaba despierto y consciente, pero
era incapaz de moverse. ¡El interruptor,
la luz!. Nada, su cuerpo no respondía. Ni siquiera podía cerrar los ojos para
poder despertar de la pesadilla. ¡Pero estás vivo!. Sus automatismos vitales continuaban
con su bendita rutina. ¡Cálmate! Intentó recordar que día era y las anotaciones
de su agenda. Solo podía esperar: que los efectos fueran temporales; que notaran su ausencia; que les importara.
Ejercicio:
Amputaciones. Desarrollar una historia a partir de la pérdida de algún miembro
o sentido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario