jueves, 11 de diciembre de 2014

sistemático


El mensaje era claro, conciso, breve y letal: no insistas, decía. Seis meses y cuatro días de incertidumbre, anhelo e insomnio compendiados en dos palabras, diez letras y unas docenas de píxeles. Por fin una respuesta, suspira aliviado. Cuenta hasta veinte, vuelve a encender su teléfono móvil, elimina Laura Oficina de la lista de contactos y con un leve temblor en los pulgares escribe: “Lucía, pensarás que estoy loco pero….”    

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