
Toda historia tiene un comienzo, y esta se inicia con un final.
Cuando el jefe Martin Brody y el oceanógrafo Matt Hooper emprenden el viaje de regreso a Amity entre restos del gran blanco y del Orca (el pesquero del capitán Quint), chapoteando en su precaria balsa de bidones y aparejo, el primero le comenta al segundo:
- Antes yo odiaba el agua, ¿puedes creerlo?.
Con esa frase finaliza el filme Tiburón (Jaws) en su traducción española y ese es el título que he elegido como título de este, mi primer blog. No es tan famoso como el de Casablanca, pero si menos manido.
He de reconocer que de inicio pensé en otra frase del guión, aquella (también del jefe) de "necesitamos un barco más grande", pero un avispado cinéfilo se me adelantó. No le guardo rencor, bueno solo un poco, pero reconozco desde aquí su buen gusto y prometo visitar su página, solo de vez en cuando.
La elección del título puede llevar a equívocos, puesto que yo en realidad nunca he odiado el agua, salvo en los gélidos días que toca ducha. Reconozco, eso sí, que siendo niño asociaba el baño en la playa con una orgía de sangre y muerte provocada por un gran tiburón blanco, primo hermano de Carpanta. Dichos temores podrían estar justificados en una playa australiana o caribeña, pero que un bicho de esos se adentrara en pleno Mar Menor.....
Y es que con Tiburón pasa algo curioso, pero no único. Cuando la ves de niño es una película de terror que alimenta tus miedos pre racionales. De los 16 en adelante se transforma en esa peli de aventuras que disfrutas una y otra vez. Y a los 30 y tantos te das cuenta que forma parte de tu vida, que eres en parte Brody, que tienes algún rasgo de Hooper o que querías ser un poco de Quint. Es también la aventura, el mar y la amistad. Supongo que envejeceremos juntos, más bien envejeceré junto a ella, a la espera de descubrir en cada diálogo, en cada gesto, un motivo para seguir venerándola.
Para terminar con este prólogo, una declaración de intenciones, que se perderá, como lágrimas en la lluvia, en la segunda entrada de este blog: plasmar opiniones y pensamientos propios utilizando referencias cinéfilas y/o literarias a modo de catalizador, aunque solo sea como punto de partida, o de llegada, como en esta la primera entrada.
Y no hay nada más que contar aparte de eso: el agua moja, el cielo es azul y el viejo demonio, Jimmy, anda por ahí suelto y cada día es más poderoso.....
Bienvenido a la blogosfera hijo, espero, más bien estoy seguro, de que este blog emergente ahora, logrará salir a la superficie antes que lo devore "el gran blanco" y después mantenerse a flote pese al lastre que supone mantener viva día a día, la criatura que acabas de alumbrar.
ResponderEliminarMucho ánimo y cuenta con un seguidor incondicional, pese handicap de ser tu padre; cosa que algunas veces, con demasiada frecuencia más bien, somos más críticos con vosotros, los hijos, que con el resto de gente.